Que día tan lleno de contrastes, este que pasó.
Hoy doy gracias por esas personas que pasan por mi vida, que admiro y que respeto; que me enseñan a ser mejor persona. Esas personas a las que miras "hacia arriba", de las que "quieres ser cuando seas grande" pero que no son inalcanzables, que son amistosas y hacen parte de tu entorno de trabajo. Es un poco triste cuando un buen jefe se va. Sobre todo, cuando ese jefe ha sido tu equipo, te ha respaldado en momentos difíciles, sin dejar de corregir, como es su deber, tus errores. A pesar de las equivocaciones que pude cometer, que no fueron pocas, y a veces fueron vergonzosas, me supo comprender, creer en mí, y al final creo que pudimos hacer un buen y gran trabajo.
Aquí queda todo por continuar, por comenzar. Allá donde se va, también; seguramente. Es un cambio para mejorar, por eso me alegra. Y cuando se trata de una persona que no solo es un buen profesional, sino una excelente persona y padre de familia, uno se alegra muchísimo más cuando ese tipo de oportunidades se le dan.
Espero algún día estar al mismo nivel y compartir de "tú a tú" proyectos profesionales. Por ahora "buen viento y buena mar" ~estaremos en contacto~!
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