sábado, 24 de noviembre de 2012

de noche bajo un bombillo

Estoy trasnochada pero no tengo sueño.

Tengo chochomil cosas que hacer.  ¿Que puedo decirles que me sirva decir y les sirva leer?...

Aunque usted señor(a), se sienta sol@, con tristeza y ganas de llorar. O con ganas de hablar desesperadamente con alguien pero no sabe con quien. Y solo se le ocurren una o dos personas; pero no sabría que decirles, quizas le falta valentía; quizas sabe que no le conviene. No se deje caer. Piense bien que se tiene a usted mismo. Que tienes sus propósitos y sus sueños; y que para alcanzarlos; finalmente es usted mismo la ficha clave.

No piense demasiado en lo que ya no hizo. No huya demasiado en viejos recuerdos y pensamientos gastados. Sonría, relaje esa mirada tensionada. Organice su tiempo, con sensatez y con comprensión consigo mismo. Usted no es perfecto, y necesita tiempo para perder. Así de simple.

Busque la felicidad en ese pequeño momento de soledad y reflexión. Que feliz podría sentirse uno de tocarse el alma, de escucharse y comprenderse. Regañese, pero con cariño, y  vaya aprendiendo la lección, pero con paciencia.

No se preocupe, y recuerde esos momentos (despúes de) en los que pensó (antes de) "¡esa era la razón por la que pasaba!". "Y lo importante es que no deje de luchar". "No era tan grave como lo creía, pero gracias a Dios seguí intentando. A pesar de mi mismo".

Ore un segundito, sonría, ría; y continue. Sin desfallecer, con la sonrisa y el optimismo en alto.

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